El truncamiento es una técnica utilizada en el ámbito financiero que consiste en redondear un número hacia arriba o hacia abajo a un número más corto o «truncado».
Esta técnica se utiliza comúnmente en los mercados financieros para simplificar los cálculos y facilitar la comparación de precios.
Por ejemplo, si un activo se cotiza a $15,345.67 y se aplica el truncamiento a dos decimales, el precio se redondearía a $15,345.
Este proceso también se puede aplicar a otras cantidades, como tasas de interés y montos de préstamos, para simplificar los cálculos y hacerlos más fáciles de entender.
Es importante destacar que el truncamiento no es lo mismo que el redondeo. El redondeo implica ajustar un número a la cifra más cercana, mientras que el truncamiento simplemente elimina las cifras menos significativas. Por lo tanto, es importante tener en cuenta qué técnica se está utilizando para evitar errores en los cálculos.
El truncamiento también se puede utilizar en la contabilidad, donde se aplica a menudo a los estados financieros para presentar los números en un formato más simplificado y fácil de leer.
En estos casos, el truncamiento se realiza generalmente a dos decimales para simplificar la presentación de los estados financieros.
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