SWIFT es un sistema global utilizado en el ámbito financiero para facilitar las transferencias de dinero entre distintas instituciones bancarias alrededor del mundo.
Este acrónimo, que proviene del inglés «Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication», se refiere a una red segura y eficiente que conecta a miles de entidades financieras a nivel internacional.
El propósito principal de SWIFT es permitir la comunicación y el intercambio de información entre bancos de diferentes países de manera estandarizada y confiable. A través de esta red, las instituciones financieras pueden enviar instrucciones y mensajes codificados para realizar transferencias de fondos, pagos internacionales, así como para la gestión de otras operaciones financieras.
SWIFT opera mediante una estructura de códigos únicos, conocidos como códigos SWIFT o BIC (Bank Identifier Code), que identifican de manera precisa a cada entidad financiera participante en la red. Estos códigos son utilizados para asegurar que los mensajes y transacciones sean enviados y recibidos por las instituciones correctas, garantizando así la seguridad y la integridad de las operaciones financieras.
El sistema SWIFT ha revolucionado la forma en que se realizan las transacciones internacionales, brindando eficiencia y rapidez en los procesos. Además, ha permitido una mayor transparencia y trazabilidad en las operaciones financieras, ya que cada transferencia realizada a través de SWIFT genera un registro detallado que puede ser auditado y verificado en cualquier momento.
Es importante destacar que SWIFT no maneja directamente los fondos ni realiza conversiones de divisas. Su función principal es facilitar la comunicación y el intercambio de información entre las instituciones financieras, asegurando que las transacciones sean realizadas de manera segura y eficiente. Por tanto, SWIFT se ha convertido en una herramienta fundamental para el funcionamiento del sistema financiero global.
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