La serpiente monetaria es un término que se refiere a un acuerdo cambiario entre varios países europeos en la década de 1970.
Este acuerdo tenía como objetivo estabilizar las fluctuaciones de las tasas de cambio entre las monedas de los países miembros y reducir la inflación.
A través de este acuerdo, los países fijaron una tasa de cambio fija entre sus monedas y se comprometieron a mantenerla dentro de un margen específico. Si una moneda se desviaba del margen, los países tomarían medidas para corregir la situación y evitar que la moneda se devaluara o se apreciara demasiado.
La serpiente monetaria se considera un precursor del euro y sentó las bases para la creación de una unión monetaria europea. La estabilidad que proporcionó a las monedas europeas permitió a los países miembros centrarse en otras áreas de cooperación económica y política.
Aunque el acuerdo de la serpiente monetaria fue efectivo durante un tiempo, finalmente se vio afectado por la inflación y la inestabilidad económica en Europa. En 1979, fue reemplazado por el Sistema Monetario Europeo, que estableció un sistema más avanzado de tipos de cambio fijos y una moneda común: el euro.
En resumen, la serpiente monetaria fue un acuerdo cambiario entre países europeos que buscó estabilizar las fluctuaciones de las tasas de cambio y reducir la inflación. Si bien fue efectivo por un tiempo, eventualmente fue reemplazado por el Sistema Monetario Europeo y sentó las bases para la creación del euro.
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