El saldo retenido es un término que se utiliza en el ámbito financiero para referirse a una cantidad de dinero que se mantiene bloqueada en una cuenta por un período de tiempo determinado.
Este saldo puede ser retenido por diversas razones, como garantía o seguridad para el pago de una deuda o para cubrir posibles cargos futuros.
Cuando se retiene un saldo, significa que el dinero no está disponible para ser utilizado por el titular de la cuenta. Este tipo de retenciones suelen ser comunes en las transacciones comerciales, especialmente en aquellas en las que se espera que el pago se realice en una fecha posterior.
El saldo retenido puede ser visto como una medida de precaución para garantizar que los pagos sean realizados de manera oportuna y evitar la morosidad en los pagos. En algunos casos, los saldos retenidos pueden ser devueltos al titular de la cuenta una vez que se han cumplido las condiciones para su liberación.
Es relevante distinguir que los saldos pendientes y los saldos retenidos no son sinónimos. Los primeros corresponden a las transacciones que aún no se han completado, mientras que los segundos son una cantidad de dinero específica que se mantiene bloqueada en la cuenta del titular.
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