El Marketing de guerrilla es una estrategia de marketing no convencional que busca llamar la atención de los consumidores de manera creativa y a menudo sorprendente.
Esta técnica se basa en la innovación y la originalidad para generar impacto y hacer que el mensaje de la marca se difunda de manera viral.
A diferencia del marketing tradicional, el marketing de guerrilla utiliza medios no convencionales para llegar a su público objetivo, como el arte urbano, las flashmobs, las acciones de street marketing y las experiencias interactivas.
El Marketing de guerrilla se basa en la idea de que una pequeña empresa o una empresa con un presupuesto de marketing limitado puede competir con empresas más grandes si utiliza su creatividad e ingenio.
Esta estrategia permite a las empresas alcanzar sus objetivos de marketing con costos menores en comparación con las técnicas tradicionales, lo que puede ser especialmente útil para las pequeñas empresas que no tienen grandes presupuestos de marketing.
Para que una campaña de Marketing de guerrilla sea exitosa, es importante que la estrategia se adapte a la marca y al público objetivo.
La creatividad y la originalidad son esenciales, pero también es importante asegurarse de que la campaña sea relevante y significativa para el público objetivo. Además, las empresas deben estar preparadas para manejar la atención que generan estas campañas, ya que pueden ser virales y atraer mucha atención pública.
Ejemplos
Algunos ejemplos de marketing de guerrilla son:
- La campaña de «Dove Real Beauty Sketches» donde se hizo un experimento social en el que un artista dibujó retratos de mujeres, primero a partir de sus propias descripciones y luego a partir de la descripción de otra persona. Los resultados mostraron que las mujeres tenían una imagen más negativa de sí mismas de lo que realmente eran y se invitó a las mujeres a reconsiderar su autoimagen.
- La empresa de taxis Uber, que en sus inicios en ciudades como San Francisco, sorprendió a los usuarios ofreciéndoles viajes en vehículos de lujo y conductores amables, en contraste con el servicio de taxis tradicional.
- La campaña publicitaria de la marca de bebidas energéticas Red Bull que patrocina y organiza eventos extremos como el salto desde la estratosfera de Felix Baumgartner, que se convirtió en un espectáculo mediático.
- La campaña publicitaria de la película «La chica del dragón tatuado» donde se instaló una valla publicitaria con tecnología de reconocimiento facial que «hackeaba» la cámara de los transeúntes para que vieran en tiempo real cómo el rostro de la modelo en la valla se quemaba y se regeneraba de nuevo.
- La campaña publicitaria de Burger King «Whopper Detour» que ofreció una promoción que sólo podía ser desbloqueada en la aplicación móvil de la marca al estar cerca de un restaurante McDonald’s, invitando a los clientes a elegir el Whopper sobre la Big Mac.
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