El leasing financiero es un concepto ampliamente utilizado en el ámbito empresarial y una herramienta financiera de gran relevancia.
Igualmente conocido como arrendamiento financiero, el leasing financiero ofrece a las empresas la posibilidad de adquirir activos sin tener que realizar una inversión inicial significativa.
A través de este mecanismo, las compañías pueden utilizar y disfrutar de los beneficios de un activo durante un período determinado, a cambio de pagos regulares a la entidad de leasing.
El leasing financiero se distingue por su notable flexibilidad, ya que posibilita a las empresas el uso de activos como maquinarias, equipos tecnológicos o vehículos sin la necesidad de llevar a cabo una compra directa. En lugar de adquirir el activo, la empresa establece un contrato de arrendamiento con el proveedor de leasing, quien mantiene la propiedad legal del bien durante el tiempo acordado.
La duración del contrato de leasing financiero puede variar según las necesidades y requisitos de la empresa.
Puede abarcar desde unos pocos meses hasta varios años, dependiendo del tipo de activo y su vida útil.
Durante este período, la empresa arrendataria realiza pagos periódicos al arrendador, que incluyen una parte destinada a cubrir el costo del activo y otra parte correspondiente a los intereses y servicios asociados al contrato.
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