El leasing de infraestructura es una modalidad financiera que ha ganado relevancia en el ámbito de la construcción y el desarrollo de proyectos de gran envergadura.
También conocido como arrendamiento de infraestructura, esta forma de financiamiento permite a las empresas y entidades públicas acceder a los activos necesarios para llevar a cabo proyectos de infraestructura, como carreteras, puentes, edificios, plantas industriales, entre otros, sin incurrir en una adquisición directa.
Una característica destacada del leasing de infraestructura es su capacidad para facilitar la ejecución de proyectos a gran escala.
Esta modalidad permite a las empresas y entidades públicas utilizar la infraestructura necesaria para su operación o desarrollo sin la necesidad de realizar una inversión inicial significativa.
En lugar de adquirir los activos, se establece un contrato de arrendamiento con el proveedor de leasing, quien mantiene la propiedad legal de la infraestructura durante el período acordado.
Además de la ventaja financiera, el leasing de infraestructura brinda flexibilidad a las empresas y entidades públicas.
Este contrato permite ajustar el plazo y las condiciones del arrendamiento de acuerdo con las necesidades del proyecto y la disponibilidad de recursos. Asimismo, ofrece la posibilidad de actualizar la infraestructura a medida que avanza la tecnología y las necesidades cambian, mediante la renovación del contrato de arrendamiento.
Otro aspecto relevante del leasing de infraestructura es que permite transferir ciertos riesgos asociados a la propiedad y operación de la infraestructura al arrendador. En caso de problemas técnicos, mantenimiento o cualquier otra contingencia, el arrendatario no asume la responsabilidad directa, sino que puede contar con el respaldo y la experiencia del arrendador para resolverlos de manera eficiente.
Es importante tener en cuenta que el leasing de infraestructura implica considerar diversos aspectos antes de
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