El infraseguro, también conocido como subseguro, se refiere a una situación en la que el valor de un activo asegurado es inferior al valor real del mismo.
Esta discrepancia entre el valor asegurado y el valor real puede tener consecuencias significativas en caso de un siniestro o pérdida.
Cuando un activo está infrasegurado, el propietario o asegurado asume parte del riesgo financiero asociado con el daño o la pérdida, ya que la indemnización recibida puede ser insuficiente para cubrir completamente los costos de reposición o reparación.
Existen diversas razones por las cuales puede ocurrir el infraseguro.
En algunos casos, los propietarios pueden subestimar el valor real de sus activos o no actualizar regularmente las coberturas de sus pólizas de seguro. Además, la falta de conocimiento sobre los riesgos asociados con un activo en particular o la falta de evaluación adecuada de los costos de reemplazo también pueden contribuir al infraseguro.
Las implicaciones del infraseguro son importantes de tener en cuenta. En caso de un siniestro, el asegurado puede encontrarse en una situación en la que no se le reembolsen por completo los costos incurridos, lo que puede generar dificultades financieras y pérdida de patrimonio. Además, el infraseguro puede afectar negativamente la capacidad de una persona o empresa para recuperarse rápidamente de un evento adverso, ya que los recursos disponibles pueden no ser suficientes para cubrir los daños.
Para evitar el infraseguro, es fundamental realizar una evaluación precisa y regular del valor de los activos y revisar las pólizas de seguro de manera periódica.
Es recomendable contar con el apoyo de profesionales en seguros que puedan brindar asesoramiento especializado y garantizar que las coberturas sean adecuadas y proporcionales al valor real de los activos. De esta manera, se puede mitigar el riesgo de infraseguro y garantizar una protección adecuada en caso de un siniestro o pérdida.
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