Iliquidez

La iliquidez es la falta de liquidez o capacidad de convertir activos en efectivo de forma rápida y sin incurrir en pérdidas significativas.

Esta situación puede darse tanto en el caso de personas físicas como jurídicas, y puede tener consecuencias graves en términos financieros si no se aborda adecuadamente.

Existen distintas causas que pueden provocar la iliquidez, como por ejemplo una falta de planificación financiera, una gestión inadecuada de los recursos o la toma de decisiones erróneas. También pueden intervenir factores externos, como cambios en el entorno económico o financiero que afecten a la valoración de los activos.

En cualquier caso, la iliquidez puede tener consecuencias graves para la estabilidad financiera del individuo o empresa afectados. En el peor de los casos, puede llevar a la insolvencia y al cierre de la actividad. Por ello, es importante que se adopten medidas adecuadas para prevenir o abordar esta situación en caso de que se produzca.

Una de las medidas que pueden ayudar a prevenir la iliquidez es la elaboración de un plan financiero adecuado.

Este plan debe tener en cuenta tanto los ingresos como los gastos y estar diseñado para maximizar la rentabilidad de los recursos disponibles. Asimismo, es importante que se tenga en cuenta la necesidad de mantener una reserva de liquidez para hacer frente a imprevistos o situaciones de emergencia.

Otra medida que puede ayudar a prevenir o abordar la iliquidez es la diversificación de las inversiones. Al invertir en distintos activos, se reduce el riesgo de pérdidas en caso de que alguno de ellos sufra una desvalorización repentina. También es recomendable tener en cuenta el plazo de vencimiento de los activos, ya que aquellos que sean más líquidos permitirán hacer frente con mayor facilidad a situaciones de iliquidez.

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Citar:

Iliquidez. (2025). Recuperado de Invertipedia (https://www.invertipedia.com/iliquidez/