La garantía personal es una forma común de respaldo para préstamos y obligaciones financieras.
Esta se basa en la promesa de una persona de responder en caso de que el prestatario no pueda hacerlo.
En el caso de un préstamo, la garantía personal implica que el prestatario está ofreciendo sus activos personales como respaldo. Esto puede incluir propiedades, vehículos, inversiones o cualquier otro activo de valor que pueda ser utilizado para pagar la deuda en caso de incumplimiento.
La garantía personal también puede ser ofrecida por terceros, como amigos o familiares, que se comprometen a respaldar la obligación financiera en caso de que el prestatario no pueda cumplir con ella.
Es importante tener en cuenta que ofrecer una garantía personal puede tener riesgos significativos para el garante o avalista. En caso de que el prestatario no pueda cumplir con la obligación financiera, el garante podría ser responsable de pagar la deuda o perder sus propios activos.
A pesar de los riesgos asociados con la garantía personal, puede ser una opción útil para aquellos que no tienen suficiente historial crediticio o no pueden ofrecer garantías reales como respaldo. Sin embargo, es importante considerar cuidadosamente los términos y riesgos antes de ofrecer una garantía personal.
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