La financiación externa de la empresa es un concepto clave en el ámbito financiero que se refiere a la obtención de recursos económicos por parte de una organización a través de fuentes externas. Esto significa que la empresa busca financiamiento fuera de sus propios recursos internos, como utilidades o ahorros.
La necesidad de financiación externa surge cuando una empresa requiere capital adicional para financiar sus operaciones, proyectos de expansión o adquisiciones.
Existen diversas formas de financiación externa que las empresas pueden considerar para cubrir sus necesidades de capital. Una de las opciones más comunes es el endeudamiento a través de préstamos bancarios. En este caso, la empresa recibe una suma de dinero por parte de una institución financiera y se compromete a devolverlo en un plazo acordado junto con los intereses correspondientes. Esta forma de financiación puede ser útil cuando se requiere un monto significativo de dinero de manera rápida y se cuenta con la capacidad de pagar el préstamo en el futuro.
Otra forma de financiación externa es la emisión de acciones. En este caso, la empresa decide vender una parte de su propiedad a inversionistas externos. Estos inversionistas, a cambio de su inversión, adquieren acciones de la empresa y se convierten en accionistas.
La empresa puede utilizar los fondos obtenidos a través de la emisión de acciones para financiar proyectos o actividades específicas. Además, esta forma de financiación puede proporcionar a la empresa acceso a conocimientos especializados y contactos que los inversionistas pueden aportar.
Una alternativa adicional de financiación externa es el financiamiento a través de bonos o emisión de deuda corporativa. En este caso, la empresa emite bonos que representan una deuda hacia los inversionistas. A cambio de su inversión, los inversionistas reciben pagos de intereses regulares y el reembolso del capital al vencimiento de los bonos. Esta forma de financiamiento puede ser atractiva para las empresas debido a que los intereses pagados por los bonos son deducibles de impuestos, lo que reduce el costo efectivo de financiación.
Es importante destacar que la financiación externa no está exenta de riesgos. Cuando una empresa recurre a fuentes externas para obtener financiamiento, debe tener en cuenta los intereses y costos asociados, así como también los compromisos y plazos de pago. Además, la empresa debe evaluar cuidadosamente su capacidad de generar suficientes flujos de efectivo para cumplir con las obligaciones de pago y evitar situaciones de endeudamiento excesivo.
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