La comisión por descubierto es un cargo que se aplica a las cuentas bancarias cuando el titular no tiene suficientes fondos para cubrir un pago o una transacción.
En otras palabras, es una penalización por sobregirar la cuenta o «caer en descubierto».
A menudo, la comisión por descubierto se cobra en función del número de transacciones que superan el saldo disponible, así como del monto y la duración del descubierto.
La comisión puede ser un porcentaje del saldo negativo o una tarifa plana por cada transacción que se realice sin suficiente saldo en la cuenta.
Algunas instituciones financieras tienen programas para proteger a los clientes de los cargos por descubierto, los cuales pueden incluir límites en la cantidad de comisiones que se cobran en un período de tiempo determinado o evitar completamente estos cargos. A pesar de ello, estos programas pueden tener tarifas adicionales y es recomendable leer cuidadosamente los términos y condiciones antes de tomar una decisión.
Además, la comisión por descubierto puede tener un impacto negativo en la salud financiera del titular de la cuenta, ya que puede generar un ciclo de endeudamiento en el que se acumulan cargos por intereses y comisiones. Por lo tanto, es importante llevar un control cuidadoso de los saldos de la cuenta y hacer un seguimiento regular de las transacciones para evitar descubiertos y cargos innecesarios.
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