Un activo tangible es un bien material que posee una empresa y que se puede tocar o sentir físicamente. También se le conoce como activo físico o activo material.
Algunos ejemplos de activos tangibles son edificios, maquinaria, vehículos, terrenos, equipos, inventarios y herramientas.
Es importante destacar que los activos tangibles tienen un valor que puede ser registrado en la contabilidad de la empresa. Esto se hace a través de la valoración de los bienes y la asignación de un costo de depreciación.
Asimismo, los activos tangibles son considerados un elemento fundamental en el balance de la empresa y su gestión adecuada puede ser determinante para su éxito financiero.
Una de las principales ventajas de los activos tangibles es que se pueden usar como garantía en préstamos bancarios y otras operaciones financieras. Además, pueden ser vendidos o alquilados para generar ingresos adicionales para la empresa.
Por otro lado, los activos tangibles también tienen algunos inconvenientes. Por ejemplo, pueden requerir de una gran inversión inicial y un mantenimiento constante para mantener su valor. De igual manera, su valor puede disminuir con el tiempo debido a la obsolescencia tecnológica o la depreciación natural del bien.
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