Activo no corriente

Un activo no corriente es aquel que no se espera que se convierta en efectivo en el corto plazo, sino que se mantendrá en la empresa por un período de tiempo más prolongado.

Estos activos se conocen también como activos fijos, y su función principal es apoyar la operación del negocio a largo plazo.

Los activos no corrientes incluyen propiedades, planta y equipo, inversión en asociadas y subsidiarias, y otros activos de larga duración.

Es importante destacar que los activos no corrientes se registran en el balance general de la empresa y se muestran en orden de liquidez. Es decir, los activos más líquidos, como el efectivo, se ubican en la parte superior del balance, mientras que los activos no corrientes se ubican más abajo debido a que se espera que se mantengan en la empresa por un período más largo.

Aunque los activos no corrientes no se convierten en efectivo en el corto plazo, pueden generar beneficios económicos a largo plazo. Por ejemplo, una propiedad de la empresa puede generar ingresos por alquiler durante muchos años. Sin embargo, es importante evaluar regularmente la situación de los activos no corrientes y su capacidad para generar beneficios futuros.

Es común que los activos no corrientes requieran inversiones significativas y mantenimiento continuo para mantener su valor. Por esta razón, es importante que las empresas realicen un seguimiento cuidadoso de sus activos no corrientes y tomen decisiones estratégicas sobre la compra, venta, depreciación y revaluación de estos activos.

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Citar:

Activo no corriente. (2025). Recuperado de Invertipedia (https://www.invertipedia.com/activo-no-corriente/